Este fin de semana he tenido el placer de presentar junto a varios ex-compañeros de la facultad, parte de las obras del proyecto Geometrías Sensibles, en la sala de exposiciones de Pedrajas de San Esteban dentro del marco de la feria VARIEDADES.
En mi caso he presentado Campo, algunos No-Grabados y una obra anterior, Vidriera Blanca.

Siempre es un placer exponer junto a compañeros y mucho
más en este caso, dado que admiro a varios de ellos. Por norma, soy algo "mitómano".
Para mucha gente esto no es bueno, pero en mi caso creo que se trata de una
virtud. No quiero ser ellos, simplemente admiro lo que son. Aquí en Pedrajas
estuve junto a Juan Toledano Vega, José Antonio Hermosilla y Alvar
Aparicio, con los que compartí la matricula de honor de pintura en mi
ultimo año de carrera y que son tres auténticos PINTORES (en mayúscula). Alvaro
Brindis (Brin Magenta), Miguel Fraile y Francisco Gonzalez,
tres artistas diferentes que trabajan desde sus propias virtudes y que saben
convertir sus defectos en auténticos valores creativos. Alvar Becerril,
con quien he compartido muchas horas de trabajo y dialogo y con quien me unen muchas afinidades creativas. Diego Omil, que es un muy buen amigo y uno
de los artistas más intuitivos que conozco. Dea Gómez y Rosa Pinedo, que
además de ser dos jóvenes preciosas (las cosas como son), te sorprenden en todo
lo que hacen, alejándose y acercándose sin norma, al camino estipulado por los
académicos... O Eloy Arribas, el anfitrión en esta muestra. Eloy es
posiblemente un compendio de todos ellos, sin parecerse a ninguno. Eloy, en mi
modesta opinión, va a ser uno de los grandes referentes de la cultura Española
del siglo XXI, aunque puedo asegurar que él estará buscando otra cosa...
Seguramente, como divertirse. Completaban la exposición Celia Casey, Luka
Goyarrola y Sandra Martín Trigos, con un resultado sobresaliente.

Fotografías extraídas de la edición digital de El Norte de Castilla
A lo largo de una conversación
con José Hermosilla, estuvimos hablando de los No-GRABADOS, que le encantaban
(gracias) y de una obra que comencé el Septiembre pasado y que acabara cuando
me parezca oportuno. Esta obra es Bar Pescador.
En Bar Pescador comencé un
curioso camino. Exageré el uso del Aceite de Linaza, sabiendo que con el paso
del tiempo y sobre todo el paso de la humedad por el cuadro, este iría
cambiando lentamente, algo así como que se iba a ir creando el cuadro a si
mismo. Evidentemente, antes de comenzar el cuadro, había hecho varias pruebas
para saber su evolución y como "matar" el cuadro. No voy a engañar a
nadie, aunque hice un estudio previo, no puedo conocer el final exacto de este,
aunque si intuirlo... Si supiera cual iba a ser el final del camino, es
probable que no lo hubiera comenzado.
Mi idea es que al igual que
ocurre en las tascas costeras, la humedad fuera tomando importancia en las
paredes. Cuando estaba trabajando en el Empordá, me fascinaba ver como las
paredes de los edificios iban transformándose a lo largo del año, pasando de
ser una pared blanca a un conjunto materico precioso. Todo terminaba al ser pintado otra vez
al año siguiente, eliminando la sensación de suciedad... Ese volver al blanco y
empezar otra vez "el cuadro", me fascinaba... Todos los años acababa
siendo una suciedad preciosa.
Este cuadro, además de una
obra a mi parecer muy interesante, espero que sea la “piedra Rosetta” de mi
futura pintura.