miércoles, 20 de junio de 2012

Javier Garcerá. 20 Junio



Javier Garcerá es un artista que me impresionó en ARCO  2012. Cada año es más difícil encontrar pintura coetánea (más que contemporánea) insultantemente buena en estas ferias de arte contemporáneo y en ARCO, especialmente. Es algo que me incomoda, dado que si veo a mi alrededor buena pintura, pero no parece interesar…



Pero Javier Gacerá si crea una muy buena pintura. Me empecé a interesar por él y la verdad es que merece la pena.
Leí estas palabras suyas en una entrevista:
"Ese es el espacio que ahora me interesa. Después de reflexionar y trabajar sobre la dualidad cultura/naturaleza, sobre la tensión entre lo interior y lo exterior, sobre la idea del exilio como imagen de la situación del hombre contemporáneo frente al mundo, estoy elaborando una serie de obras que pretenden situar al espectador ante una realidad que se da más allá del lenguaje, ante unas condiciones en la que las dualidades que se apreciaban en obras anteriores llegan a desaparecer.
Me interesa provocar una experiencia perceptual intensa en el espectador que es capaz de depositar su atención en la obra, una experiencia íntima a través de la contemplación del cuadro que permita saber de la dimensión de ese “tiempo vertical” al que Bachelard hace referencia cuando habla del instante poético."

Muchas veces me había detenido en Bachelard sin hacer referencia con mi pintura. Precisamente es el “instante poético” lo que se acerca a la definición, ya no de lo que es, si no lo que debería ser mi pintura. En parte, este proyecto es en si,  una búsqueda a través de instantes poeticos.
Cuando Bachelard habla del instante poético, lo relaciona con la intersección de dos opuestos. “En el instante apasionado del poeta siempre hay algo de razón; en el rechazo razonado, siempre queda un poco de pasión."
Siempre cuento que cuando pinto,  el cuadro va pidiendo lo que necesita. Es el propia pintura quien marca el cuadro, pero no puedo dejar de lado que realmente es la “pasión” la que pinta. Como dice Bachelard, la pasión siempre tiene algo de razón, en este caso el estudio previo y preparación… Las marcas de encaje que he estudiado y que antes o después suelen desaparecer. Pero esta razón que niega la pasión, guarda en su interior algo de pasión, las composiciones no se hacen solas, yo las he estudiado… Y además sé que antes o después van a variar…

No conozco la situación de Javier Garcerá (me encantaría), ni su relación con todo esto. Pero me gusta mucho su trabajo y su evolución… La encuentro hasta lógica.  En su trabajo ha ido desapareciendo la figuración gradualmente, aunque desde donde he visto, siempre la obra tuviera un fuerte valor abstracto. Puedo afirmar también, que la figuración ha desaparecido, porque estorbaba. Sin embargo, sigue habiendo bajo su abstracción lirica, alguna base que recuerda a la figuración… Esta no estorba, si no que guía.
Se reconoce en su pintura gestos muy interesantes. Y es que es ahí, en los gestos, donde se reconoce a un gran pintor. Rafael Carralero, mi profesor de pintura que otras veces he nombrado, siempre decía que cuando veía un cuadro, de quién fuera, se reconocía… Reconocía haber estado ahí… Con otro cuadro, otro color, otro tamaño… Pero haber estado ahí. Eso te hacía ver la pintura de otra manera. Y esa es la mejor manera de poder reconocer a un buen pintor a través de su pintura. Cuando tu has sido ese pintor y has estado con esa pintura.
El señor Javier Garcera es un señor pintor


Entrevista con Javier Garcerá en:

http://nicolamariani.es/2011/07/12/“vaciar-de-palabras-el-decir-del-espectador”-entrevista-con-javier-garcera/

Imágenes del blog de BBAA de la Universidad de Malaga y de la pagina web de Galeria Isabel Hurley

viernes, 1 de junio de 2012

1 Junio. Federlé II


En las piezas que estoy estudiando de Helmut Federlé, este divide la obra como en cajoneras... Me recuerda al interior de un ascensor.. O un hipotético interior de un ascensor... Así lo imagino.


Obra de Helmut Federlé en Bancaja

Y esta obra nace de esas imágenes. Juega a partir de una distribución de peso irregular y que la propia marca del proceso, convierte en cómoda. Se divide el espacio en dos, con dos "cajoneras", una a cada lado.




Como podéis ver, sigo la línea de los No-Grabados... En mi opinión cuando este juego lo aplico en gran formato, es la propia pintura la que acaba distribuyendo la obra. Al final la "lirica" gana a la geometría. Aunque no lo parezca .

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