miércoles, 29 de febrero de 2012

29-02-2012 Un paso hacia atrás



"Siempre he tenido miedo a volver.
Ahora después de tantos años creía ser fuerte. Que habría olvidado muchas cosas... Y en cambio me encuentro con todo delante, como si siempre hubiera estado aquí. Sin embargo miro alrededor y no conozco a nadie."


Cuando Toto vuelve a casa tras la muerte de Alfredo en "Nuevo Cinema Paradiso" se encuentra con que todo lo que había dejado atrás 30 años antes sigue estando ahí... Pero no conoce a nadie, todo es igual pero  diferente. Pues bien, una antítesis de lo que me ocurre a mi con la pintura.

Cuando no puedes avanzar más en tu pintura, conviene retroceder a un punto donde te encuentres cómodo y desde ahí volver a empezar. Yo ese punto de retorno lo tengo fijado en Muerte de Marat de J.L.David y en Las Meninas de D. Velázquez. 
Cuando vuelvo a estas dos obras, con las que me he dado de cabezazos, me reencuentro con que aunque las recuerde perfectamente, las tenga estudiadas a la perfección, analizadas, repetidas, re-interpretadas... Casi que las puedo hacer de memoria... Pues cada vez que me acerco a ellas, descubro que no las conozco de absolutamente de nada. Aunque sean viejas amigas, en realidad nos estamos conociendo. 
Como decía, es al revés de lo que le ocurre a Toto en la película. Yo me encuentro con que todo lo que veo es nuevo, es otro cuadro. Aunque realmente identifico absolutamente "a todo el mundo". Todo lo que compone el cuadro es común a mi, pero el mismo cuadro es alguien nuevo en mi vida...

Imagino que es fácil de descubrir que el cuadro sigue siendo el mismo que la ultima vez que lo vi, pero yo he cambiado... Por eso, volver a acercarme a este punto es la forma mas fácil de descubrir en que he evolucionado y como puedo seguir esa vía o descubrir errores en el camino.

Cuando vuelves a trabajar sobre un cuadro  así, en el que te has pasado horas trabajando en otro tiempo, disfrutas de tu evolución y tu trabajo. De repente, se sobrevalora... Cambia tu percepción.

No os podéis imaginar lo que he disfrutado hoy con Muerte de Marat.


lunes, 27 de febrero de 2012

27-2-12 Imprimaciones.



Después del paron (mes y medio de exámenes) he vuelto a trabajar en formato grande. He comprado un buen numero de bastidores de distintos tamaños, los cuales van a ser el grueso del proyecto. Y lo primero que he hecho con ellos es entelar y por supuesto, imprimar.

IMPRIMACIÓN

Las imprimaciones son como las opiniones, cada uno tenemos una. Yo he probado muchos tipos diferentes de preparación hasta encontrar una con la que me siento cómodo.
La preparación que utilizo ahora para trabajar con pintura al óleo es el resultado de todas las que he conocido. Es algo laboriosa, pero en mi opinión merece la pena. Consigo un tipo de tela muy dura y lijosa, además de añadir al acto mismo de imprimar un tipo de ritual que adjunta un componente romántico el principio del cuadro.

1º- 
Mezclo la misma proporción de Cola de Conejo y agua caliente. La misma proporción espacial. Esto es importante, dado que la misma proporción espacial de agua y cola de conejo en grano (que es la que uso yo) significa casi que son 2/3 partes de agua y 1/3 de cola. Esta mezcla la dejo reposar hasta que el grano absorbe todo el agua y se hincha. Digamos que de un día para otro.

2º-
Adjunto a la mezcla unos dientes de ajo (un diente por litro de disolución, más o menos) y un buen chorro de vinagre de Vino. Los dientes de ajo cocinados con la cola de conejo es lo que logra esa textura lijosa que tanto me gusta. Llevo usándolo prácticamente un año, desde que Juan Toledano me comentó que lo había descubierto en un libro de Pacheco. La mezcla no era exactamente así, pero digamos que desde su mezcla hemos conseguido mejorar la nuestra.
Lo del vinagre, sin embargo, lo empecé a usar cuando una compañera que estudia restauración me dijo que de este modo protegíamos la cola de conejo de un hongo. Al usar una preparación 100% natural, es lógico que tengamos que pensar en ello...

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